Componentes de los estilos
Componentes de los estilos de nado, poco naturales en muchas ocasiones…
Los estilos de nado son el resultado de la combinación de las distintas clases de movimientos y cada uno de ellos utiliza vías y características diferentes y en sinergia.
- Movimientos voluntarios. Tienen un propósito, un objetivo, se aprenden y mejoran.
- Movimientos reflejos. Son rápidos, estereotipados e involuntarios y controlados por el estímulo que los provoca.
- Movimientos motores rítmicos. La parte consciente es el comienzo y el final, tratándose de una acción involuntaria y repetitiva que se convierte en automática. Nadar puede considerarse en este tipo de movimientos, más cuando el tiempo de entrenamiento propicia la ausencia de concentración en el gesto técnico al tener que soportar la fatiga del mismo.
En nuestro empeño de conseguir un aprendizaje motor acorde a las consideraciones biomecánica más favorables, deberemos tener en cuenta las estructuras y prestaciones de nuestros deportistas a nivel anatómico, pero también deberemos atender al comportamiento común de los mecanismos nerviosos y cómo inciden de forma generalizada en los mismos. Desde el punto de vista fisiológico, la clasificación de los músculos involucrados es vital para nuestro deporte, ya que teniendo en cuenta sus características y utilizando las herramientas adecuadas en su justa medida, podremos intervenir y ayudar a potenciar el control motor en el desplazamiento acuático.
Desde el punto de vista fisiológico, es importante tener en cuenta la clasificación de la musculatura desde esta perspectiva. La musculatura que estabiliza nuestra embarcación y da rigidez y resistencia a la misma durante los entrenamientos y en consecuencia en las competiciones, necesita ser tratada de un modo especial en cada tarea y en cada sesión.
“Músculos mediales y laterales… La sinergia base en natación”.
La clasificación de la musculatura medial y lateral, necesita de un tratamiento especial en el aprendizaje y el entrenamiento para conseguir un elevado rendimiento en los desplazamientos, bien sean con movimientos alternativos o simultáneos, bien sea durante los giros o deslizamientos. En los últimos años, los entrenadores se han dado cuenta de la importancia del acondicionamiento físico de la musculatura involucrada en dichos gestos, y el entrenamiento de los mismos, ha desencadenado multitud de ejercicios que potencian su acción buscando esa transferencia incorporada en la técnica de nado de cada deportista. Muchos entrenadores también han llegado más lejos y han puesto su imaginación a trabajar sabiendo que la especificidad dentro del agua les reportaría mejores resultados. Desde kZoomi, hemos intentado acercar ese concepto, a todos, mediante una aplicación directa y adaptable a cualquier estilo, sumando tanto el entrenamiento de aprendizaje motor y el puramente fisiológico, pasando por el postural o hidrodinámico y llegando al emocional.
Músculos mediales: Axiales y Proximales
La musculatura Axial, responsable de mantener la postura del tronco, tienen un especial tratamiento en nuestro deporte. Saber colocar el tronco y los segmentos proximales para realizar el acto motor del desplazamiento con rentabilidad y rendimiento, se escapa del control de gran parte de nuestros nadadores y en los últimos años, los ejercicios ejecutados en seco para este cometido, han sido una aportación clara. La maestría de poder controlar los cuatro estilos, salidas, deslizamientos, aproximaciones, giros y control de la respiración durante el nado, es territorio de muy pocos, o en el mejor de los casos, de los especialistas en uno de ellos. Poder llegar a ajustar la postura de manera que nuestro centro de gravedad se encuentre cerca del centro de flotación, incluso por arriba del mismo, necesita de un entrenamiento espacio-temporal de toda esta musculatura constante durante el trabajo diario, además de realizarlo integrado y con fatiga, si queremos después, en la competición, mantenerlo hasta el final.
Si realmente buscamos especificidad, principio de entrenamiento básico en los aprendizajes motores, necesitamos realizar este trabajo dentro, en sinergia y con fatiga, además de recibir la información ingrávida que nos proporciona el medio. De esta forma podremos ser más directos e integrar el trabajo, además de ser más rentables.
Pero qué ocurre cuando nuestros nadadores no cierran el movimiento hacia el eje axial o separan sus muslos en exceso durante el desplazamiento. La musculatura Proximal, la que controla el hombro, codo, pelvis y rodilla, aporta estabilidad y minimiza la resistencia de avance. Su acción es vital y de su ajuste dependen las acciones de nuestros segmentos distales propulsivos.
“¿Qué factor es más limitante para el rendimiento, la fatiga, el mal planteamiento del ritmo o la pérdida del gesto al final de las pruebas?”
Músculos distales o laterales
La musculatura lateral o distal, es el complemento de las acciones natatorias y desde el punto de vista de la voluntariedad, la encargada de las acciones más finas y precisas teniendo como fin la propulsión.
Durante la acción de los distintos estilos de nado, la complejidad de la ejecución más eficaz, necesita del ajuste de la postura para que las partes más distales sean capaces al colocarse en los ángulos de ataque óptimos y aplicar fuerza, consiguiendo una resultante más propulsiva. Las órdenes desde la Corteza, deben seguir una secuencia organizada para conseguir el objetivo. Normalmente y debido a los equilibrios que nuestro Cerebro y la estructura que controla busca de forma natural, el proceder de las acciones motoras, deben ir en muchas ocasiones, contra lo que está programado y busca lo más fácil y económico, consiguiendo en la mayoría de los casos ajustes menos eficaces de lo aconsejado.
Llevar las órdenes motoras a la musculatura Distal para hacer los agarres más idóneos, necesita el posicionamiento de la Medial y Proximal en sinergia y la complejidad de las acciones sin soportes de ayuda, un problema añadido. Nadar hacia adelante y abajo, es un concepto que debemos instalar en las mentes de nuestros nadadores ya que implica entender que debemos rotar hasta creer que nos caemos y ese es el punto de desequilibrio que nos hará ser más rápidos y rentables a la vez que menos resistentes, para atravesar el agua utilizándola de la mejor manera para apoyarnos. La acción global de nado, requiere de la implicación de distintas vías nerviosas y la principal, la efectora voluntaria es la Cortico-espinal, necesitando de información somatosensorial para poner en valor su potencial ejecutor accionando las manos y pies de la mejor manera propulsiva.
“Poder mantener el centro de gravedad en las mejores condiciones de desplazamiento, en contra del de flotación, necesita apoyos profundos de partes distales a la vez que mantener el tren inferior elevado… una acción antinatural que necesita herramientas y entrenamiento”.
J. Bonal Pedrón